SON VERDADEROS AGENTES DEL INFIERNO, TRABAJANDO EN DESTRUIR LA OBRA MISMA DE DIOS

 Ahora que estaba por establecerse una nueva y prometedora misión en Bytown, Eugenio enfatiza a los miembros de la comunidad la importancia de la unión entre ellos. El mal ejemplo de desunión, aumentado principalmente por la indiscreción del Padre Baudrand,  había llevado a una disminución en las vocaciones. Vemos a Eugenio utilizar un tono fuerte al condenar ese comportamiento.

“Cuando más se está en posibilidad de extender la obra de Dios, más en concordancia debe estar la unión, la caridad, la más perfecta regularidad. Ya era tiempo de que se comprendieran los deberes de la obediencia y se aprendiera a respetar la autoridad. Malditos sean los murmuradores, esos descritos en las santas Escrituras. El mal que hacen es incalculable, son verdaderos agentes del infierno, trabajando en destruir la obra misma de Dios. Si alguna vez aun se presentara para expandir el veneno, que se ahogue bajo un grito general de rechazo”.

Carta a Jean Baptiste Honorat, Julio 18, 1844, EO I núm. 43

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

DEBEMOS SEGUIR LAS INDICACIONES DE LA GRACIA Y NO APRESURAR NADA

Eugenio deseaba que se aprobara el establecimiento de algunos Oblatos para trabajar en la  Diócesis de Quebec, pero el Arzobispo no había aceptado la idea. Ahora había cambiado de opinión, permitiendo que los Oblatos se establecieran en Bytown (actualmente Ottawa).

“Me complace mucho saber sobre el establecimiento en Bytown. Se requiere perseverancia; no todo puede salir conforme lo deseamos y en el momento que lo queramos. Debemos seguir las indicaciones de la Gracia y no apresurar nada”.

“Comprenderán mi alegría al enterarme de que la diócesis de Quebec les daba la bienvenida, pues bien saben cuánto deseaba que llegara ese momento”.

“La Divina Providencia ha escuchado nuestros deseos y se encuentran bajo los mejores auspicios. ¿Quién hubiese creído que serían llamados por el mismo Mons. Arzobispo, dándoles tan amable recibimiento como su Mons. Coadjutor? Es muy cierto que Dios dispone las cosas y los corazones, pues recordarán que se les presentaba al Arzobispo como temible y difícil de llegar a lo que él mismo ha solicitado”.

Carta a Jean Baptiste Honorat, Julio 18, 1844, EO I núm. 43

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

AHORA HAY QUE RECUPERAR EL ÁNIMO Y DAR GRANDES PASOS PARA LLEGAR ADONDE DEBERÍAS ESTAR HACE MUCHO TIEMPO

El Padre Baudrand se había arrepentido de su comportamiento equivocado: contar a muchas personas las dificultades internas en la comunidad Oblata de Montreal. Eugenio se daba cuenta de que una de las mayores consecuencias de la desunión sería la falta de vocaciones para unirse a la comunidad.

“¿Es que las diócesis de Montreal y Quebec no producirían nada? Sé que dar a conocer algunas dificultades que debían haber quedado dentro podrían desviar algunas vocaciones, pero ahora que todos cumplen con su deber, es de esperar que sus virtudes atraerán a algunos. Ese es el detalle: edificar tanto con la regularidad, como con la modestia y la caridad, para que quienes buscan la perfección puedan encontrarla entre nosotros.

Nunca he comprendido cómo eso se pudo perder de vista. Se trataba de un deber esencial que las almas que buscan la perfección no podían omitir sin pecar gravemente”.

El Padre Baudrand debe comenzar de nuevo con un cambio de actitud:

“Ahora hay que recuperar el ánimo y dar grandes pasos para llegar adonde deberías estar hace mucho tiempo”.

Eugenio le había perdonado y confirma su preocupación paternal.

“Me despido, mi muy querido hijo, que Dios bendiga tus obras y conserve tu salud. Te abrazo con afecto y te bendigo, encomendándome a tus oraciones”.

Carta al Padre Jean Baudrand (en Canadá), Octubre 1°, 1844, EO I núm. 48

Publicado en Uncategorized | 1 comentario

HACE TIEMPO QUE PEDÍA AL SEÑOR HICIERA BRILLAR UN RAYO DE SU LUZ SOBRE ÉL PARA QUE COMPRENDIERA CUÁN MALO ERA EL CAMINO  QUE SEGUÍA

El Padre Jean Baudrand tenía 30 años cuando fue enviado a Canadá en 1841 como parte del primer grupo de Oblatos. Era un buen predicador, pero era sumamente crítico.

En una entrada en su Diario del 20 de septiembre de 1842, el Obispo de Mazenod expresaba su descontento:

«Las cosas mejorarían en América, si el Padre Baudrand no alentara la división interna […] El Padre Baudrand es un hombre sin educación, sin tacto y con pocas virtudes. Recibió algunas cualidades, pero se cree mucho más talentoso de lo que es… usa su conocimiento solo para refunfuñar, sembrar la discordia y quejarse, incluso fuera de la comunidad, enfatizar las faltas de sus hermanos, según lo que su imaginación y mal corazón ven. Realmente hace el trabajo del Diablo en Canadá y el daño que ha hecho es incalculable…”

En abril de 1843, el Obispo de Mazenod decidió llamarlo a Francia… Ante la insistencia del Obispo Bourget, el Fundador dejó al Padre Baudrand en Canadá. El 10 de agosto de 1843, escribió al Obispo:

“Es su deseo dar una prórroga al Padre Baudrand. […] Tengamos un poco más de paciencia; si no muestra más sinceridad en su obediencia y si no se deshace de su manía de querer juzgar todo y a todos, veremos qué hacer.”

¿Compartiría el Obispo Bourget esta carta con el Padre Baudrand? El 10 de mayo de 1844, el Padre Honorat comentó que el Padre Baudrand había hecho un retiro, pidió perdón por sus acciones y prometió un cambio. Al final comentó: «Considero este cambio de actitud como una de las mayores gracias que Dios nos ha concedido desde que estamos en Canadá”. (https://www.omiworld.org/es/lemma/baudrand-juan-fleury-es/)

Al enterarse de las noticias, Eugenio escribió:

“En primer lugar, me consuela mucho la disposición que me comenta tiene el P. Baudrand. Hace tiempo que pedía al Señor hiciera brillar un rayo de su luz sobre él para que comprendiera cuán malo era el camino que seguía, y tocara al mismo tiempo su corazón, para que se arrepintiera y reparara su obstinación.

No tengo aun pruebas de su enmienda y me sería imposible creer en su conversión, en tanto no cambie a lo que su deber le impone. Ciertamente estoy dispuesto a perdonarle, pero no puedo eximirle de una reparación sincera, que tardó tanto en llegar”.

Carta a Jean Baptiste Honorat, Julio 18, 1844, EO I núm. 43

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

ESTA MAÑANA FUI A DAR MI ÚLTIMO ADIÓS A MI VIEJO AMIGO CARLOS

Eugenio presidió en el funeral de su querido amigo:

“Esta mañana fui a dar mi último adiós a mi viejo amigo Carlos, obispo de Nancy…  Ofrecí el santo sacrificio en presencia de su ataúd. El marqués de Janson y su hijo, al saber de mi llegada, se me unieron en el último deber religioso que iban a rendir a su hermano y tío. El P. Magnan, que me acompañaba, celebró los santos misterios después de mí. Una vez celebrada la misa, me coloqué la capa y cantamos el responso. Después me retiré para no volver a ver a mi amigo, condiscípulo y colega más que en la eternidad, adonde espero que sus oraciones ayuden a hacerme llegar”.

Eugenio reflexiona también en el significado de las cruces en su vida:

“Antes de despedirnos, el Sr. de Janson me rogó aceptar la cruz con reliquia de su hermano, la que acepté como un recuerdo, pues no me faltan cruces, las de obispo y las demás. De las primeras ya tenía cinco. No me sería fácil contar las otras, que son tan numerosas como pesadas, pero Dios en su inmensa bondad sabe aliviar la carga.  Solo en las del corazón las heridas siguen siempre sangrando”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Julio 11, 1844, EO XXI

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

MI MEJOR Y VIEJO AMIGO, LE ABRAZO CON TODO MI CORAZÓN, EN EL QUE SE CONCENTRAN LAS POCAS FUERZAS QUE ME QUEDAN

Eugenio sigue narrando los últimos momentos de vida de su amigo Carlos de Forbin Janson.

“Quería ir a Aygalades para ver al obispo [Forbin-Janson], pero vinieron a interrumpirme y hoy ya es demasiado tarde. Cuando salía para ir con él, llegó el abate Sibour para decirme que se sentía mal y creía conveniente avisarme. Salí enseguida, pero en el intervalo el obispo había entregado su alma a Dios. Lo encontré muerto.
 
… Debo decir que el pobre obispo tomó muy bien lo que le dije anteayer y decidió  poner en orden sus asuntos; incluso me mostró muy efusivamente su afecto y tomándome la mano y apoyándola sobre su corazón, me dijo lo que confirmó después al dictar una nota para mí al abate Janse: “Mi mejor y viejo amigo, le abrazo con todo mi corazón en el que se concentran las pocas fuerzas que me quedan. Su viejo amigo Carlos, obispo de Nancy” (Esta fue su última firma, que guardaré en recuerdo de nuestra vieja amistad, de cuarenta años)”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Julio 11, 1844, EO XXI

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

COMPRENDÍ CUÁN ÚTIL FUE EL MINISTERIO DE AMISTAD Y CARIDAD QUE CUMPLÍA CON ÉL

La amistad de Eugenio con Carlos de Forbin Janson se remontaba a sus días juntos en el seminario, cuando habían establecido una profunda amistad y compartido mucho en sus primeros años de sacerdocio. Juntos respondieron al llamado del Papa para reconstruir la Iglesia en ruinas después de la revolución en Francia, predicando misiones parroquiales. Al principio Eugenio iba a unirse a su amigo, pero después discernió que Dios le llamaba para enfocarse a los pobres de Provenza y predicarles en su idioma. (Ver: http://www.eugenedemazenod.net/esp/?p=723).

La correspondencia entre ellos nos da muchos detalles del inicio del ministerio de Eugenio y la fundación de los Misioneros de Provenza. Carlos siempre fue un soñador, incluso como Obispo de la diócesis de Nancy y hasta sus últimos días, como vemos en esta entrada en el diario de Eugenio:

“El obispo de Nancy vino a mi casa a descansar tras consultar al médico Cauviere, quien le tiene confiado, tras haberlo revisado y asegurarle que no había ninguna lesión en el pecho. Esperando decirle con franqueza lo que pienso, le dije que los médicos consideran que mentir es su deber. Me  extraña que el doctor le tranquilizara, cuando le veo arrojar sangre a menudo. Me respondió que eso no lo inquietaba, que no era nada, y que sobreponiéndose a su problema intestinal estaría fuera de peligro. Estaba sin aliento cuando lo decía. Tuve que  levantarlo para salir y llevarlo por los hombros hasta el coche. No creo que haya remedio, a menos que veamos un milagro”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Junio 28, 1844, EO XXI

Una semana después:

“Hice una breve visita de amistad al buen obispo de Nancy. Cada vez está peor, pero su entorno le engaña. No sospecha estar tan cercano a su fin y ese es un grave error para un obispo. Aprovechando estar a solas, le dije la verdad. Por la extrañeza que vi, comprendí cuán útil fue el ministerio de amistad y caridad que cumplía con él…”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Julio 9, 1844, EO XXI

Más detalles en: https://www.omiworld.org/es/lemma/forbin-janson-mons-Carlos-de-es/

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

BROMEO SOBRE LA PREFERENCIA QUE SE LE OTORGA

Una entrada en el diario de Eugenio hace referencia a la rivalidad entre las ciudades de Marsella y Lyon en cuanto a cuál era la más importante. Lyon proclamaba ser la primer diócesis francesa, mientras que Eugenio difería de ello y creía que era Marsella.

“Carta del P. de Bussy. Se disculpa por no poder venir este año a darnos el retiro pastoral y se ofrece para el próximo. Le escribí aceptando su oferta, aunque me quejé de haber sido olvidado este año. Carta al P. Maillard para aceptar al P. Guillermet [sj] quien dará el retiro en lugar del P. de Bussy. Bromeo sobre la preferencia por Lyon y lejos de reconocer la orgullosa divisa de Prima Sedes Galliarum, [ed “Primera sede (episcopal) de Gauls – el Obispo de Lyon fue el Primado de Francia”] pretendo que los derechos de prioridad me pertenecen, pues si nuestros fenicios [ed. Los fenicios, originarios de la Grecia moderna, fundaron Marsella en el siglo VI A.C.] no hubieran estado ya convertidos a la fe cuando san Potino desembarcó en nuestras costas, habría permanecido aquí, pero nuestro gran San Lázaro ya tenía su sede en medio de su pueblo.

Diario de Eugenio de Mazenod, Julio 16, 1844, EO XXI

Eugenio siempre tuvo la convicción de que Lázaro, hermano de María y Marta, había llegado a Marsella con sus hermanas y fue el primer Obispo de Marsella. Según la leyenda, María a quien se refieren, fue María Magdalena (y no la hermana de Marta y Lázaro del Evangelio) y por ello la gran devoción a ella al sur de Francia.  Se cree que ella vivió y murió no lejos de Aix en Provence y Marsella.

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

VEO   QUE   LA   ENFERMEDAD  ES  UN   MAL TAN  CONTAGIOSO   ENTRE   NOSOTROS COMO LA HORRIBLE COSTUMBRE DEL TABACO

En ocasiones, quienes no están familiarizados con sus escritos, dicen que Eugenio es muy serio y sin sentido del humor. De hecho, en ellos encontramos un sentido del humor muy irónico.

En esta ocasión lo encontramos frustrado con la comunidad de Notre Dame des Lumières, pues parecía que cada Oblato del lugar tenía planes para agrandar una parte del edificio.  El Padre Bellon acababa de regresar y encontraba la noticia:

“Veo que la enfermedad es un mal tan contagioso entre nosotros como la horrible costumbre del tabaco. Apenas llegas y me propones aumentar aún más el enorme gasto hecho en Lumières. Me apena contrariarte sobre agrandar la tribuna, y escribí sobre ello al P. Ricard, quien sin calumniarlo, pienso pudo convencerte de solicitarlo sin atreverse a hacerlo él mismo, después de todo lo que me ha pedido.

¿No hará falta construir pronto sobre la sacristía una sala para todas las conchas que el P. Chauvet reunió cuando estuvo aquí? Creo no son menos de ocho mil. Es puro lujo, pero habrá que cumplir todos los gustos.

Carta al Padre Carlos Bellon, Julio 10, 1844, EO X núm. 846

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

¡ES UN GOZO REALMENTE CELESTIAL! SERÍA PASAR DE UN PARAÍSO A OTRO

Otra mirada a la atareada vida del Obispo Eugenio.

“Hermosa ordenación de 43 candidatos. La ceremonia fue magnífica”.

Hubo ocho nuevos sacerdotes de la diócesis y entre ellos un Oblato, Marie Cyr Chauvet.

“Más tarde fui al ejercicio trimestral del Santo Rosario Viviente que esta vez se realizó en la iglesia de San Lázaro”.

Se refiere al grupo (hermandad) de le Rosaire-Vivant [Rosario Viviente], por iniciativa de Pauline Jaricot, fundadora y también participante de la Propagación de la Fe, que en 1833 contaba con un millón de miembros. El objetivo era rezar un misterio del rosario a diario y distribuir biblias.

“Así, pasé todo el día en la iglesia ¿dónde se está mejor? Respecto a la ordenación, recordé que a  menudo pienso qué habría mejor que poder pasar la vida cumpliendo tan hermosas tareas. ¿No sería uno feliz de morir realizándolas? Es un gozo realmente celestial. Sería pasar de un paraíso al otro”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Junio 30, 1844, EO XXI

Publicado en Uncategorized | Deja un comentario