DEBEMOS SEGUIR LAS INDICACIONES DE LA GRACIA Y NO APRESURAR NADA

Eugenio deseaba que se aprobara el establecimiento de algunos Oblatos para trabajar en la  Diócesis de Quebec, pero el Arzobispo no había aceptado la idea. Ahora había cambiado de opinión, permitiendo que los Oblatos se establecieran en Bytown (actualmente Ottawa).

“Me complace mucho saber sobre el establecimiento en Bytown. Se requiere perseverancia; no todo puede salir conforme lo deseamos y en el momento que lo queramos. Debemos seguir las indicaciones de la Gracia y no apresurar nada”.

“Comprenderán mi alegría al enterarme de que la diócesis de Quebec les daba la bienvenida, pues bien saben cuánto deseaba que llegara ese momento”.

“La Divina Providencia ha escuchado nuestros deseos y se encuentran bajo los mejores auspicios. ¿Quién hubiese creído que serían llamados por el mismo Mons. Arzobispo, dándoles tan amable recibimiento como su Mons. Coadjutor? Es muy cierto que Dios dispone las cosas y los corazones, pues recordarán que se les presentaba al Arzobispo como temible y difícil de llegar a lo que él mismo ha solicitado”.

Carta a Jean Baptiste Honorat, Julio 18, 1844, EO I núm. 43

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