Al leer las cartas recientes hemos encontrado el nombre del Padre Guigues, así que hagamos una pausa para conocer mejor a este extraordinario Oblato.
Nacido en 1805, era demasiado joven para hacer su oblación al concluir el noviciado, por lo que tuvo que esperar a cumplir 18 años para hacerla. Fue ordenado sacerdote a los 23 años y trabajó en varios ministerios en Aix y Notre Dame du Laus hasta 1834, cuando se convirtió en el primer superior y pastor de Notre-Dame de l’Osier. Entre sus grandes aptitudes, pudo restaurar ese lugar de peregrinaje tanto en forma material como espiritual.
En 1844 fue enviado a Canadá como superior de los Oblatos que habían llegado a ese país tres años antes y requerían urgentemente una mejor organización. Fue él quien, debido a la mayor necesidad, adentró más a los Misioneros en el país. Tres años más tarde fue nombrado Obispo de Bytown, que más adelante se llamaría Ottawa.
Gaston Carriere nos da una descripción de él y de sus logros:
«Al llegar encontró una catedral inconclusa, tres Iglesias de piedra y cerca de quince capillas de madera. El clero de la diócesis estaba formado por siete diocesanos y siete Oblatos. De inmediato se puso a trabajar, y a su muerte había 67 iglesias, 48 capillas y varias escuelas. Para entonces tenía 53 sacerdotes diocesanos y 37 Oblatos. En 1871 la población había llegado a 182,171, de los cuales 96,548 eran católicos…
Una de sus primeras preocupaciones fue la educación para los jóvenes. En septiembre de 1848 abrió un colegio y un seminario mayor en Bytown. En 1856 construyó un nuevo colegio, donde ahora se encuentra la Universidad de Ottawa. El Padre José Tabaret fue nombrado superior. La dirección de la escuela se encomendó a los Oblatos, quienes permanecieron hasta 1965.
El Obispo Guigues era perspicaz. De inmediato notó el especial carácter bilingüe de su diócesis, facilitándolo en el ministerio y la enseñanza. También estuvo muy activo en aportar escuelas católicas y luchó por obtener justicia para los católicos y canadienses franceses. Ofreció un curso gratuito en el colegio en Ottawa “para completar los estudios y obtener las cualidades necesarias para la enseñanza”.
El Obispo Guigues era amigo de los pobres y abandonados… era una persona dispuesta, con una rara energía, que tenía la habilidad de vencer obstáculos para lograr su propósito. Era sencillo, y hasta el fin de su vida siguió siendo pastor o sacerdote asistente. Era asiduo al confesionario en su catedral y a menudo predicaba y visitaba a los enfermos. Cada año hacía una gira por su diócesis y sus visitas eran verdaderos retiros, durante los cuales el obispo siempre estaba disponible para todos. https://www.omiworld.org/es/lemma/guigues-mons-joseph-bruno-eugene-obispo/