2° DOMINGO DE CUARESMA

“Comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios”. (2 Tim 1:8)

“¡Qué felices son de poder sacrificarse por las almas de sus hermanos a los que santifican y salvan, a los que llevan a la gloria al precio de su vida, como nuestro divino Maestro, quien murió por la salvación de los hombres! ¡Qué admirables son y también, ¡qué felices esos queridos mártires de la caridad! ¡Qué hermosa página para la historia de nuestra Congregación! 

Carta a Bruno Guigues, describiendo el heroico ministerio de los Oblatos durante la epidemia de cólera, Agosto 1°, 1835, EO VIII núm. 529

REFLEXIÓN

Señor Jesús, dame la fortaleza para sobresalir a largo plazo, no el triste esfuerzo del ahora, sino la fortaleza gloriosa que Dios provee.  La fuerza que soporta lo insoportable y se derrama en dicha, agradeciendo al Padre que me fortalece lo suficiente para participar en todo lo luminoso y hermoso que Él tiene para mí. Jesús, dame fortaleza en mi debilidad. Amén.

Wendy van Eyck

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