“Ve primero a reconciliarte con tu hermano.” (Mt. 5:24)
“Estoy de acuerdo en aumentar el agradecimiento por la hermosa misión de Zicavo. Desde aquí les imagino rodeados por todos esos hombres sanguinarios convertidos en corderos ante su voz, dejando a un lado las armas, abrazándose y perdonándose ¡Y la emotiva respuesta de que al estar sus armas cargadas para eliminar a sus enemigos y al no tenerlos ya, fueran descargadas en su honor!”
Carta al P. Etienne Semeria, Octubre 16, 1841, EO IX núm. 741
REFLEXIÓN
Señor, aunque la discordia y el desacuerdo dividen a la raza humana, sabemos que al ponernos pruebas cambias nuestros corazones, preparándolos para la reconciliación. Aun más, por tu Espíritu llevas a los humanos que son enemigos a dirigirse la palabra de nuevo, a los adversarios a darse la mano, y a los pueblos a buscar reunirse. Por tu poder Señor, es posible que el amor se sobreponga al odio, la venganza de paso al perdón y que la discordia se transforme en respeto mutuo.
(Prefacio para la Reconciliación II)