Eugenio de Mazenod era Superior General de los Oblatos, al mismo tiempo que Obispo de Marsella. Así, era responsable por completo del trabajo misionero de los Oblatos y tenía un gran interés en todo lo que hacían, alegrándose con sus éxitos.
“Mi querido Padre Semeria, cada vez que recibo tus cartas, agradezco a Dios por todo lo que se digna realizar a través de su ministerio.”
Los Oblatos habían estado seis años en la isla de Córcega a cargo del seminario mayor y predicando misiones en las aldeas. En ese entonces, la isla era habitada y conocida por violentas familias feudales y el derramamiento de sangre. Acababan de terminar una misión en el pueblo de Zicavo, donde pudieron lograr la paz entre las partes en lucha.

Zicavo, Córcega
“Estoy de acuerdo en multiplicar el agradecimiento por la hermosa misión de Zicavo. Desde aquí les imagino rodeados por todos esos hombres sanguinarios que se convierten en corderos ante su voz, dejando a un lado las armas, abrazándose y perdonándose ¡Qué belleza! ¡Y la emotiva respuesta de que al estar sus armas cargadas para eliminar a sus enemigos, al no tenerlos ya, las descargaran en su honor!”
Carta al P. Etienne Semeria, Octubre 16, 1841 EO IX núm. 741