LA DICHA QUE SIENTO AL DAR EL CUERPO DE JESUCRISTO A TODA MI FAMILIA

El sobrino de Eugenio, Luis Boisgelin, se preparaba para ser sacerdote Jesuita y había caído gravemente enfermo. Habría sido el tercer hijo de la hermana de Eugenio en morir joven.

Luis había sido enviado a casa para descansar y Eugenio se les unió para un descanso de 8 días.

No puedo expresar la dicha que siento al dar el cuerpo de Jesucristo a toda mi familia. Es algo divino; siempre me cuesta contener las lágrimas; mi corazón está rebosante.

Diario de Eugenio de Mazenod, Septiembre 14, 1841, EO XX

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *