ESTA  VEZ  PUEDO  DECIR  QUE  HE  SIDO  CRUCIFICADO ¡ QUE  SEA SOBRE LA CRUZ DE MI SALVADOR!

Eugenio no era ajeno a sufrir oposición y ser condenado públicamente por motivos políticos o eclesiásticos. Nunca había sido cuestionada o puesto en duda su moral o conducta, por lo que esta primera calumnia en público le había afectado grandemente.

“De no ser por el escándalo que ocasiona, creo que Dios me da la gracia de hasta llegar a agradecerle la humillación que pesa sobre mí; la cruz que mi Salvador llevó hasta el calvario me ayuda a sobrellevarla.
Ya es suficiente para mi viernes santo.  Esta vez puedo decir que he sido crucificado. ¡Que sea sobre la cruz de mi Salvador! que suaviza todas las penas.

Diario de Eugenio de Mazenod, Abril 13, 1838, EO XIX

Puesto que la acusación infundada en contra del Obispo Eugenio había ocasionado una controversia pública, la persona involucrada fue encontrada culpable y enviada a prisión. Cinco años después, en su lecho de muerte, escribió al obispo aceptando que todas sus calumnias habían sido falsas y pidiendo a Eugenio su perdón y oraciones.

“Sea quitada de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos, insultos, así como toda malicia.  Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los[a] perdonó en Cristo.” (Efesios 4:31-32)

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *