Durante su vida, Eugenio vio la amistad como un aspecto importante y necesario. Por ello es fácil comprender su relación especial con Lázaro, amigo de Jesús en el Evangelio. Fue una relación que trasladaba a su vida cotidiana.
Dice la tradición que Lázaro, Marta y María llegaron a Provence, y que Lázaro fue el primer “Obispo de Marsella”, una tradición que obviamente le era muy querida a Eugenio. Para él fue importante dedicar una iglesia a San Lázaro en su ciudad y se aseguró de que así fuera (incluso obteniendo para el proyecto la contribución financiera de su acaudalada madre).
“Ayer el Consejo municipal adoptó por unanimidad las conclusiones de la comisión sobre el reconocimiento de la parroquia de San Lázaro. Este asunto de gran importancia quedó concluido en muy poco tiempo y de común acuerdo; en ello debió participar nuestro gran patrono desde el cielo, donde sigue siendo el amigo de su divino maestro, nuestro Señor.”
Diario de Eugenio de Mazenod, Febrero 13, 1838, EO XIX
Así que las hermanas le enviaron un mensaje diciendo “Señor, tu amigo está enfermo.” (Juan 11:3)
Y Jesús lloró. … “los judíos comentaban, “¡Cómo lo quería!” (Juan 11:35-36)
En la diócesis de Marsella solía festejarse cada 30 de marzo la Fiesta de la Resurrección de Lázaro.