El 25 de agosto, el Rey Louis Philippe había escrito al Obispo Fortuné para agradecer sus oraciones en ocasión de haberse librato del intento de sesinato. La carta concluía “Su Eminencia, el Rey no ha olvidado las circunstancias de su estancia en Sicilia, que ahora le recuerda. Su gracia permanece sin cambio: Su Majestad desea dar prueba de ello y así restaurar a Su Eminencia, el Obispo de Icosia, los derechos de la ciudadanía francesa que ha solicitado a su nombre.” (Leflon II p 499)
En su carta del 30 me pone al corriente de la conclusión de mi asunto. No se puede negar que el Rey ha mostrado buena voluntad, pues no ha esperado a recibir el anuncio de mi carta.
Carta a Henri Tempier, Septiembre 1°, 1835, EO VIII núm. 540