El Padre Mille vivía y trabajaba en Suiza, en áreas de diferentes religiones, donde algunos protestantes estaban en contra de los católicos. Eugenio aconseja a los Oblatos discreción en su acercamiento.
Creo que el P. Guibert te escribió que veía conveniente que el P. Hermitte saliera un poco a las misiones y les habrá dado su opinión sobre a quién elegir como jefe. Sea lo que sea, recomiendo la prudencia por encima de todo, necesaria sobre todo en las regiones mixtas que evangelizan. No intenten convertir a los protestantes. Mejor para ellos si aprovecharan su visita, pero no los tengan como objetivo especial, pues el bien particular podría perjudicar al general; por otra parte, son enviados “ad domésticos fidei”. Confórmense con eso. Se necesitaría poco para desatar una persecución cuyas consecuencias serían incalculables.
Carta a Jean Baptiste Mille, Enero 15, 1835, EO VIII núm. 501