UNA INVITACIÓN A SER OPTIMISTA

En medio de la persecución de las autoridades políticas, su fe en Dios no permite a Eugenio perder el optimismo. Reflexionando, le comenta a su amigo y confidente, el P. Tempier: 

Es una ventaja poder gozar la sorpresa cuando en contra de lo esperado, las cosas van mejor de lo previsto, lo cual compensa vivir esta difícil situación. Quien ve las cosas color de rosa se ahorra esa pena, aunque también vive menos la dicha que esperaba; por otro lado, al estar equivocado en la esperanza sin tener certeza, no teme el posible golpe esperado, concluyendo con gusto que vale más para la paz de su alma y su tranquilidad, inclinarse hacia el color de rosa que hacia el negro.

Carta a Henri Tempier, Octubre 17, 1833, EO VIII núm. 468

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