DE SABER QUE ALGUNO DE LOS NUESTROS HUBIESE FALTADO, NO TENDRÍA PALABRAS LO SUFICIENTEMENTE FUERTES PARA CENSURARLO

Hemos visto la comprensión del recién consagrado Obispo Eugenio respecto a la dignidad del episcopado como sucesores de los apóstoles – que asignaba una relación particular a los sacerdotes y obispos y entre los mismos obispos. Se refiere a ello en su respuesta a las quejas del Obispo Arbaud acerca de los Oblatos en Notre Dame du Laus.

¿Se podrá decir que dos obispos no se entienden, cuando se trata de los intereses de la Iglesia, del honor del sacerdocio y de los derechos de la justicia y la equidad? De saber que alguno de los nuestros hubiese faltado a las atenciones  que su dignidad y virtudes exigen, no tendría palabras lo suficientemente fuertes para censurarlo y estaría dispuesto a repararlo en la forma que usted demandara;

Los Oblatos no habían sido irrespetuosos con el obispo y su conducta había sido irreprochable.

pero gracias a Dios no se trata de eso y tengo el consuelo de ver su satisfacción con la conducta de todos.
El problema fue que alguien se había quejado de que los Oblatos eran demasiado clementes con los penitentes en el confesionario.
Todo se reduce a algunos comentarios vagos, evidentemente exagerados, que algún enemigo oculto le habrá hecho llegar.

Carta al Obispo Arbaud de Gap, Febrero 20, 1833, EO XIII núm. 81

¡Una forma diplomática de comunicar su punto de vista y calmar los ánimos!

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