TRANSFORMEMOS NUESTRO “HACER” Y “SER”, EN TIEMPO DE DIOS

Nuestra vocación Mazenodiana es vivir la vida de Jesús y de los apóstoles. Es realizar su ministerio: hacer presente a Jesucristo en nuestras actividades cotidianas. Es practicar las virtudes de Jesús, según las enseñó a Sus apóstoles y a nosotros a través de ellos.

¿Hay pues que vivir su vida, ejercer su ministerio, practicar sus virtudes?  Sin duda alguna: imitando a estos ilustres modelos, los misioneros dedicarán una parte de su vida a la oración, a la recolección y a la contemplación, viviendo al mismo tiempo en la reclusión de la casa de Dios.
Dedicarán la otra parte de su vida al devoto celo de las tareas del ministerio exterior, como las misiones, la predicación y escuchar confesiones, instruir en el catecismo, la dirección de los jóvenes, visitar a los enfermos y prisioneros, dirigir retiros espirituales y demás tareas de este tipo.

Notas de Retiro, Octubre 1831, EO XV núm. 163

Para lograrlo, es necesario buscar un equilibrio entre la acción y el silencio, entre la ocupación y el recogimiento, la actividad y el tiempo de oración. El objetivo es transformar nuestro “hacer” y “ser” en tiempo de Dios.

Las actividades de los misioneros Oblatos se mencionan arriba, aunque el texto se refiere a todos los que compartimos el carisma de San Eugenio.  ¿Cuáles de mis actividades diarias puedo añadir a la lista, como laico bautizado en el mundo actual?

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2 respuestas a  TRANSFORMEMOS NUESTRO “HACER” Y “SER”, EN TIEMPO DE DIOS

  1. Jorge Albergati dijo:

    Hola… creo que donde dice recolección será recogimiento… ya que está hablando de oración y de tiempo hacia dentro

  2. franksantucci dijo:

    Gracias, Jorge!

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