Al continuar con la meditación de Eugenio sobre las Constituciones y Reglas, vemos su espiritualidad y las inspiraciones que le ayudaron a convertirse en santo. Comparte:
El segundo y tercer capítulos contienen principios que deben ser meditados. Solo de este modo llegaremos a comprender lo que debe ser un Oblato de María; unámoslos a los extractos de la primera parte y del prefacio de la Regla. La vida de los miembros de nuestra Sociedad debe ser por completo de continuo recogimiento (Art. 1, Acerca del Silencio, etc.).
Para lograrlo, antes que nada harán todo el esfuerzo posible para caminar siempre en la presencia de Dios y con frecuencia intentar decir pequeñas pero fervientes jaculatorias. (Art. 2, ibid.) …
Notas de Retiro, Octubre 1831, EO XV núm. 163
Eugenio y Jesús compartían una profunda amistad, y un amigo siempre desea estar en la presencia de su ser querido. Sus días estaban llenos de momentos de recogimiento, de pequeños estallidos de oración y expresiones de amor.
Se dice que Santa Teresa de Lisieux decía no sentirse feliz si no estaba ante la presencia de Jesús al menos cada tres minutos. Dorothy Day, siguiendo el ejemplo de Teresa, dijo: “Era su destino mostrar al mundo actual que la santidad es asequible a todos, que todos son llamados y que hay una forma sencilla de que todos la sigan”. Eugenio conoció “la forma sencilla” y desea que todos hagamos lo mismo.