Antes de comenzar su retiro, Eugenio dedicó un tiempo de mayor intensidad a la oración e hizo varios propósitos, para asegurar el éxito de ese tiempo de soledad ante la presencia de Dios.
Laudetur Jesus Christus et Maria Virgo sine labe concepta
He aquí lo que tengo que hacer en este retiro:
1º Aislarme totalmente de mis ocupaciones ordinarias, no querer oír hablar de ellas, ocurra lo que ocurra.
2º No ver a nadie de fuera, que pueda simplemente recordármelas.
Propósitos de Retiro, Octubre 1831, EO XV núm. 162
Los primeros dos propósitos son condiciones para un retiro exitoso. Si se trata de un tiempo dedicado a Dios, es esencial entonces alejarse de las preocupaciones cotidianas y de cualquier cosa que nos las recuerde. Esto no significa, sin embargo, dejar de pedir por ellas, sino que el retiro es un período para detenerse en ellas y buscar soluciones.
El mismo consejo aplica para nuestro tiempo en la oración diaria, ya sean 5 o 60 minutos, necesitamos desconectarnos para estar con Dios.