Los viajeros llegaron a Fribourg, donde Luis, sobrino de Eugenio, se encontraba internado en el colegio de los Jesuitas. Los sucesos políticos en Francia de fines de julio, obligaron a Eugenio a permanecer ahí hasta mediados de noviembre.
Al fijar la vista en la fecha de esta carta, recordará mi querido amigo, que hoy cumplo49 años. Ayer ocupé todo el día en los pensamientos que me trajo el final de mis 48 años. Gemí, como puede imaginarse, por cantidad de dificultades; di gracias a Dios por muchos favores
Carta a Henri Tempier, Agosto 1°, 1830, EO VII núm. 351
En verdad había sido un año difícil para Eugenio. Se encontraba en Suiza recuperándose de una grave enfermedad que le había debilitado, manteniéndolo alejado por muchos meses de su trabajo como Vicario General en Marsella. Además, estaba de luto por la muerte de Marius Suzanne y de su sobrina Nathalie. Desde un punto de vista político, el haber tenido que reaccionar a la creciente actitud anti-religiosa y leyes del gobierno de Carlos X, también le habían agotado. Al “gemir” recordando las dificultades, estaba consciente de nunca haberse rendido y que la gracia de Dios le había acompañado constantemente.
Un recordatorio de que nunca estamos solos.