PETICIÓN PARA DESCANSAR ENTRE LAS MISIONES PARROQUIALES

Insisto en que tomen un descanso de quince días entre una misión y otra.

Carta a Pierre Mie, Diciembre 3, 1824, cita de Rey I pág. 340

Había que apoyar el celo de los jóvenes Misioneros. Durante las misiones, que duraban alrededor de seis semanas, trabajaban desde temprano en la mañana hasta entrada la noche, para asegurarse de dar un buen servicio a la gente. Extenuados por completo al final de la misión, estaban ansiosos por comenzar la siguiente. Eugenio sabía, por experiencia propia, cuan dañino sería para su salud a largo plazo, por lo que insistía en un tiempo de descanso. Esto significaba volver a la comunidad y participar por completo en la vida y actividades pastorales del grupo. No se trataba de vacaciones en sí, sino un cambio de actividad menos demandante que una misión parroquial.

 

“Cuida de tu cuerpo. Es el único lugar que tienes para vivir.” Jim Rohn

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