OBLACIÓN: CREANDO UN VÍNCULO DE COMUNIÓN ENTRE PERSONAS EN EL MISMO VIAJE HACIA DIOS

Mi idea fija fue siempre que nuestra reducida familia tenia que consagrarse a Dios y al servicio de la Iglesia mediante los votos religiosos.
La dificultad era hacer gustar a mis primeros compañeros esta doctrina un poco severa para los que se iniciaban, en un tiempo sobre todo en que se había perdido el hilo de esta tradición, al salir de una revolución que había dispersado, y diría casi destruido, todas la órdenes religiosas. Me abrí, sin embargo, al primero de ellos, el P. Tempier, que había elegido como mi director y que me había tomado por el suyo. El quedó encantado con esta proposición, que respondía a sus propios pensamientos, y acordamos, el Sr. Tempier y yo, seguir este proyecto. No encontraba al Sr. Deblieu tan dócil a esta buena inspiración ; el indigno Icard había sido expulsado después del regreso de nuestra primera misión ; no sé dónde se encontraba en ese momento el buen Mye, probablemente en misión en algún lugar, pues era para él una necesidad estar siempre en acción…

Rambert I, p. 187

La consagración proporciona un vínculo con Dios y, a su vez, un enlace y un vínculo entre aquellos que han dado este paso.

En la “pequeña familia” de Eugenio sus altos ideales eran compartidos por Henri Tempier, pero no por los demás, inicialmente. Sus primeros compañeros no llegaban ciertamente al estado ideal de perfección que deseaba para ellos allí y posteriormente (Ver la entrada del 12 de febrero de 2011 y del 3 de marzo de 2011).

El impaciente Eugenio tendría que esperar don años más antes de que los demás estuviesen preparados para dar este ¡gran paso!

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