MISIONES POPULARES: CERCA DE LA GENTE PARA LLEVARLES A DIOS

Eugenio tenía la habilidad de improvisar en diversas situaciones. Era intuitivo y el contacto que mantenía con la gente gracias a las visitas le habría dado la idea exacta de lo que era necesario tratar durante las misiones, a fin de hacer que la gente se abriera más a las invitaciones de Cristo Salvador.

También hicimos el descubrimiento de un hombre de 60 años que es débil de mente y no ha hecho la primera comunión. Hemos quedado sumamente sorprendidos del modo como ha respondido a nuestras preguntas. Sin titubear se explicó perfectamente acerca de los misterios de la Trinidad, de la Encarnación y de la eternidad feliz o desgraciada en recompensa o en castigo de las obras de los hombres; en una palabra, hemos juzgado que este infeliz era capaz, tras alguna ayuda que se le prestará todavía, de ser admitido a los sacramentos.
Hemos encontrado además a un maestro de escuela forastero, hombre muy por encima de los maestros de pueblo, que, con ocasión de la misión, se separó de una mujer con la que vivía ya hacía tiempo, y de la que incluso tenía hijos.

Diario de la misión de Marignane, el 19 de noviembre 1816, E.O. XVI

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