LA FALTA DE CONFIANZA EN LA GRACIA DE JESUCRISTO, DE QUIEN HAN SIDO INSTRUMENTOS POR TANTOS AÑOS

El Padre Magnan había sido enviado a participar en una misión y esperaba que se le uniera el Padre  Courtès, quien tenía más experiencia, pero cuando este último cayó enfermo y no pudo hacerlo, el joven Oblato entró en pánico.

“Mi querido P. Magnan, es verdaderamente singular el temor que se apoderó de todos ustedes; ese temor del qué se dirá, el grito de desamparo ante el pueblo de Brignoles que paralizó a todos, y todo porque les hizo falta el P. Courtès. Si no me hubiera preocupado algo más, me habría reído de ello”.

Eugenio enfatiza que son enviados como instrumentos a través de los cuales actuará el Salvador y que Jesús nunca ha abandonado a su misioneros.

“Al ser enviados en nombre del Señor, dejen de una vez todas esas consideraciones humanas, efecto de un mal disimulado orgullo y falta de confianza en la gracia de Jesucristo, de quien han sido instrumentos por tantos años. Merecerían que esa gracia fuera retirada de su ministerio, y entonces podrían temer el juicio de los hombres, pero mientras esté con ustedes, han de convertir a las almas con sermones sencillos, poco rebuscados e inspirados solamente por el espíritu de Dios, que no utiliza el elegante lenguaje de los retóricos…

Por supuesto, el P. Vincens será el superior de la misión y recomiendo a todos recobrar la dignidad de su gran ministerio; no han sido enviados a Brignoles para lograr aplausos, sino para convertir las almas por virtud de la gracia de Jesucristo que nunca ha faltado, a menos que cuenten más con su esfuerzo que con su poder…”

Eugenio le recuerda que

“A través de su ministerio, la Palabra de Dios obra milagros de conversión desde hace muchos años”.

Carta al Padre Jean Magnan, Marzo 8, 1844, EO X núm. 836

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *