EL IDEAL PARA LOS MISIONEROS QUE SOLO VIVEN PARA LA GLORIA DE DIOS Y LA  SALVACIÓN DE LAS ALMAS

Eugenio sigue estando entusiasmado después de un mes de su carta previa, en la que aceptaba una nueva misión Oblata en Bytown (Ottawa).

“Si algo debe creerse es lo que mencionaron con tanta convicción y que Mons. de Montreal veía como el ideal para los misioneros que solo viven para la gloria de Dios y la salvación de las almas. Es por ello que recibo con alegría esa gran noticia”.

La Familia Oblata en Francia vivía como propios los logros de sus hermanos en las misiones lejanas: se trataba de la Familia Mazenodiana en la que participaban a la distancia, por lo que Eugenio siempre compartía con todos los miembros de su familia religiosa las cartas de los Misioneros en otros lugares.

“… para mantener el celo y levantar el ánimo de quienes han mostrado su gran abnegación en las misiones del Nuevo Mundo, me apresuro a enviar a todas nuestras casas copia de la excelente carta del Mons. de Montreal.

En  todas partes vibraba la alegría, considerando con razón, a la nueva misión de Bytown como una señal de la protección de Dios y un medio para lograr un bien inmenso, ya sea con los nativos o los cristianos abandonados por tanto tiempo. Les escribo convencido de que sólo me quedaba ratificar lo que ya me habían pedido comenzar”.

Carta al Padre Jean Baptiste Honorat, en Canadá, Febrero 7, 1844, EO I núm. 30

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