CONSIDERO DE SUMA IMPORTANCIA ESE ESTABLECIMIENTO, POR EL BIEN QUE SE BUSCA REALIZAR
Habiendo llegado a su existencia con el carisma particular de evangelizar a los más abandonados, los Oblatos en Canadá pronto identificaron a dos grupos que requerían ser evangelizados: quienes trabajaban como leñadores en los campos aislados, y las tribus de indígenas. Podían llegar a ellos desde Bytown, nombre que tenía entonces la ciudad que ahora conocemos como Ottawa.
“Acepto con agrado que nuestra Congregación se ocupe de la santificación de quienes viven en los depósitos de madera y de la conversión de los infieles e indígenas. Por eso estoy plenamente de acuerdo en el establecimiento de Bytown y con los puntos de vista de su Obispo, que se muestra tan generoso…
Si además de la aprobación general para evangelizar en toda su diócesis, les otorga una jurisdicción especial en Bytown que pueda ser considerada como una especie de título parroquial, necesitarán un permiso expreso de mi parte, que les concedo, dado el caso. Según lo que me dicen, considero de suma importancia ese establecimiento, por el bien que se busca realizar”.
Para comprender lo que menciona respecto a «un permiso expreso», es necesario recordar que los Oblatos no habían sido fundados para ser sacerdotes parroquiales, que es la vocación especial del clero diocesano. Eugenio nos vio como cooperadores de dichos pastores para poder llegar a la gente de sus parroquias a las que su ministerio no podía atender: los más abandonados, para Eugenio. Era entonces que al no haber clero diocesano disponible, Eugenio permitía a los Misioneros ser pastores en las parroquias.
“Creo que desde su llegada a Canadá, todos pueden haber aprendido suficiente inglés para comunicarse con quienes solo hablan esa lengua”.
De nuevo recordamos que la fundación de los Oblatos fue para poder predicar a la gente de Provenza en su propio idioma, aprendiendo así que el utilizar el idioma de los más abandonados es un aspecto esencial de la evangelización. «Lengua» se refiere a más que vocabulario: incluye todos los aspectos de la vida y expresión de las personas.
“Encomiendo a todos un gran amor por Nuestro Señor Jesucristo, una gran devoción a nuestra Santa Madre y a San José, y dedicación a la Iglesia…”.
Carta al Padre Jean Baptiste Honorat, en Canadá, Enero 4, 1844, EO I núm. 29
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