PATALEABA VIENDO SE ACABABA EL PAPEL SIN DECIRME NADA DE USTEDES

Una de las mayores alegrías de Eugenio era recibir noticias de sus Oblatos, sobre ellos y su tarea misionera. Le frustraba el tiempo que tardaba en recibir las cartas provenientes de Canadá, lo que hacía especial cuando una llegaba.

“Desde mis últimas cartas mi querido P. Honorat, recibí en el mismo correo la de usted del 14 de abril y la del P. Telmon del 5 del mismo mes. Es un gran gusto el mismo día… Su carta me ha impactado.
 
Estando tan ávido de todos los detalles referentes a su comunidad, sus personas y actividades, tuve que contener mi prisa en la lectura de dos páginas donde solo trataba de las Religiosas de Jesús y María. Pataleaba viendo se acababa el papel sin decirme nada de ustedes. Por el amor de Dios, no me haga eso, diez líneas bastan para lo que no se refiera a ustedes”.

Carta a Jean Baptiste Honorat, Mayo 31, 1843, EO I núm. 19

En esos días las cartas normalmente eran de un hoja de papel doblada en cuatro, con la última mitad utilizada para escribir la dirección del destinatario antes de sellarse.  No había sobre.  Esto explica la frustración de Eugenio cuando las páginas contenían cosas no importantes en vez de noticias, además del alto costo del papel y el porte de cada una.

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