El joven Padre Lucien Lagier tenía 27 años al llegar a Canadá. Era impresionable y fue influenciado indebidamente por la negatividad del P. Baudrand y cuando éste fue retirado, Lagier pudo aceptar sus defectos y errores.
Eugenio escribió al P. Honorat, superior en Canadá:
“Ese entendimiento, estima y amor atraerá al joven P. Lagier, quien necesita una buena dirección y buenos ejemplos. El P. Telmon puede serle muy útil en sus composiciones y es necesario le guíe con sencillez y agradecimiento, pues es un gran servicio para él ser formado en familia”.