TENGAMOS PACIENCIA Y ESPEREMOS LA ORDEN DE DIOS

El entusiasmo del Padre Telmon no tenía límites y veremos muchos ejemplos de ello más adelante. Sin embargo, su entusiasmo no siempre era práctico, como vemos en esta entrada en el Diario de Eugenio. 

“Carta del P. Telmon que me urge a aceptar la propuesta del obispo de Toronto para establecernos en su ciudad. “Por esta diócesis estaríamos encargados de las misiones con los indígenas. Tendríamos el campo abierto para el celo de quienes allí trabajasen y para alentar la moral de los novicios de Europa. Los Jesuitas estarán ahí”. ¿Qué hacer, mi buen padre Telmon, para dar abasto a todo el trabajo? Tendríamos que ser tan numerosos como esos padres. No es tiempo aún. Tengamos paciencia y esperemos la orden de Dios”

Diario de Eugenio de Mazenod, Diciembre 9, 1842, EO XXI

Un valioso consejo para nuestra vida y preocupaciones cotidianas.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *