SE LES ENSEÑA LA LETRA DEL CATECISMO… PERO NO SE DESTACA LA BONDAD DE DIOS, EL AMOR INFINITO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

En una visita pastoral a algunas parroquias rurales para otorgar la Confirmación, el Obispo Eugenio comenta acerca del conocimiento de los niños.

Visita a Caillols, donde se han reunido las parroquias de San Julián, de los Camoins, de Château-Gombert.

Me gustó mucho que los niños prestaran atención a mi instrucción sobre la indiferencia, o mejor dicho, la despreocupación que todos los niños tienen por las cosas de Dios. ¡Ah, qué mal deben instruirlos!  Desafortunadamente es cierto que nadie se ocupa de suscitar en sus almas los sentimientos de los que son capaces. Se les enseña la letra del catecismo con una explicación más o menos buena, pero no se destaca la bondad de Dios, el amor infinito de nuestro Señor Jesucristo por los hombres; no se  moldea sus corazones.

Diario de Eugenio de Mazenod, Septiembre 13, 1837, EO XVIII

Aunque nunca minimizaba la enseñanza religiosa y las exigencias morales, Eugenio siempre trataba de comunicar su amor apasionado por Dios, como respuesta al que experimentaba personalmente por Jesús el Salvador.

Un recordatorio importante de que somos maestros de la fe como padres, catequistas, maestros o predicadores: todo es acerca de la bondad de Dios y el amor infinito de Jesucristo, con todos los compromisos y responsabilidades intrínsecas en dicha relación y su expresión.

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