LLEGA  MI  TÍO  A  MI  CUARTO  TRAYENDO  EN  LA  MANO,  EN  UN  ESTADO DE  JÚBILO  EXTRAORDINARIO, LA  ORDENANZA  REAL  QUE  ME  NOMBRA OBISPO DE MARSELLA 

Llega mi tío a mi cuarto trayendo en la mano, en un estado de júbilo extraordinario, la ordenanza real que me nombra obispo de Marsella, tras dimitir a su sede.

Se trata de la peor noticia que Eugenio pudo haber recibido. Cinco años antes, para evitar que el gobierno eliminara la Diócesis de Marsella, había aceptado ser ordenado obispo titular de Icosia, sin la responsabilidad de una diócesis.  (Ver el artículo “Icosia” en el Diccionario Histórico Oblato https://www.omiworld.org/es/lemma/icosia-obispo-de-es/ )

Mi consternación debió producir un contraste impresionante con el sentimiento expresado por mi tío.
Ese nombramiento fue su obra, lograda conforme a sus deseos; estaba feliz al ver su sede asegurada y confiada a quien él juzgaba apto para continuar su episcopado. 
Pero yo que siempre he temido la responsabilidad de una diócesis, y me encontraba muy a gusto con mi posición independiente en la Iglesia, yo que hasta ahora había sabido tan bien hacer valer la necesidad de quedarme junto a mi tío para esquivar la carga temible de primer pastor titular…

El Obispo Fortuné, tío de Eugenio, había renunciado a su diócesis con la condición de que el Vaticano y el Rey nombraran a Eugenio como su sucesor. Eugenio no tenía conocimiento de ese “truco”, por lo que se encontraba atónito y sin otra opción que aceptarlo como manifestación de la voluntad de Dios.

La voluntad de Dios se ha manifestado de modo tal que no hay equivocación posible. Y me encuentro en una posición en la que no puedo negarme.

Diario de Eugenio de Mazenod, Abril 9, 1837, EO XVIII

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *