ORAISON: ORANDO CON LA FAMILIA MAZENODIANA EN DICIEMBRE  

“En la oración silenciosa y prolongada de cada día, nos dejamos modelar por el Señor y encontramos en él inspiración para nuestra conducta,” (Regla de Vida OMI, 33).

La práctica de oraison  formaba una parte importante en la oración diaria de San Eugenio durante la cual entraba en comunión con los miembros de su familia misionera. Mientras que ellos se encontraban en Francia, se les hacía fácil juntarse en oración alrededor del mismo horario. Cuando los misioneros Oblatos comenzaron a ser enviados a los varios continentes ya no les era posible orar al mismo tiempo. Sin embargo, cada día había un tiempo cuando se detenían para orar en unión uno con el otro—aunque no fuera al mismo tiempo.

Esta es una práctica que Eugenio quería que su familia religiosa mantuviera. Por eso les invitamos a formar parte de esta práctica de Oraison el domingo, 15 de diciembre, 2019, conmemorando la fiesta de los seis Mártires Oblatos de Laos y un catequista Oblato el 16 de diciembre.

 

Tomado de Oración Oblata pg. 168-169:

Durante la guerra de Indochina, en Laos, entre los años 1954 y 1970, diecisiete discípulos de Cristo sufrieron el martirio por el amor a su nombre. Entre ellos hubieron seis Oblatos de María Inmaculada quienes ofrecieron sus vidas para que el Evangelio pudiera ser oído: P. Mario Borzaga OMI, P. Louis Leroy OMI, P. Michel Coquelet OMI, P. Vincent L’Hénoret OMI, P. Jean Wauthier OMI, P. Joseph Boissel OMI, y uno de sus catequistas, Paul Thoj Xyooj. La Iglesia de Laos reconoce en estos bienaventurados a sus padres fundadores.

Juan 12, 24-26:

“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la destruye; y el que desprecia su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Y al que me sirve, el Padre le dará un puesto de honor.”

Beato Louis Leroy OMI:

El 28 de abril, 1961, el P. Louis Leroy estaba orando en su iglesia sencilla. Un equipo de guerilleros lo fueron a buscar. Según los residentes del pueblo, él sabía que era su ultima despedida: les pidio permiso para ponerse su sotana, ponerse su cruz y con su breviaro debajo el brazo se despidió. Sin sombrero y descalzo siguió a los soldados. En el bosque, algunos disparos y se acabó…Su sueño de niño de ser testigo de Cristo, aún en el martirio, se le concedió.

Le había escrito al Superior General de los Oblatos: “Antes de conocer a los Oblatos las misiones en Asia me atraían, y quise dejar mi trabajo de agricultor para ir a esas misiones…Las dificultades que ha tenido la misión en Laos, y que quizás seguirá teniendo, han solo aumentado mi deseo por este país…Estaría muy contento recibir mi primera obediencia para el Laos si lo cree bueno enviarme…”

Beato Mario Borzaga OMI:

“En mi oración, no le pido a Jesús gozo ni fortaleza; solo le pido me permita amarlo más y más–amarlo como los santos y los mártires lo amaban.”

San Eugenio de Mazenod:

¡Qué felices son al poder sacrificarse por las almas de sus hermanos a los que santifican, a los que salvan, a los que ponen en la gloria, al precio de su vida, como nuestro divino Maestro que murió para la salvación de los hombres! ¡Qué admirables son! Pero también, ¡qué felices son esos queridos mártires de la caridad! ¡Qué hermosa página para la historia de nuestra Congregación! (Carta a Bruno Guigues, 1o de agosto 1835, EO VIII n. 529)

Como recurso adicional, recomendamos este artículo en el sitio de Internet de OMIWORLD: https://www.omiworld.org/es/nuestro-carisma/nuestros-santos/causas-oblatas/6-beatos-martires-oblatos-de-laos/55814-2/ 

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *