LA DEVOCIÓN POPULAR COMO RECURSO 

Recordemos siempre que los Misioneros Oblatos fueron fundados principalmente para predicar misiones a quienes eran considerados los más abandonados por el ministerio de la iglesia local. Fuimos fundados para estar en movimiento, buscando formas de evangelizar a quienes estaban más alejados de una relación con Jesucristo.

Hemos visto cómo los misioneros respondieron a la cultura y devoción popular de la gente de Provence. [ ver: “Las misiones populares: ceremonias para reforzar el mensaje predicado y apelar a los sentidos” en http://www.eugenedemazenod.net/esp/?p=524 y las entradas siguientes, hasta http://www.eugenedemazenod.net/esp/?p=575  en las que se explican dichas ceremonias] Las personas respondían cálidamente a los gestos simbólicos, a las procesiones y objetos religiosos. Veintiún años después de nuestra fundación, Eugenio les recuerda a los misioneros las prácticas básicas que siempre debían seguirse, mientras se agradecían a Dios las ricas cosechas espirituales del trabajo de los miembros de su familia religiosa. 

Nuestra costumbre es dar la bendición cada día por la mañana y por la tarde después del ejercicio, exponer solemnemente el Santísimo Sacramento durante la ceremonia de renovación de las promesas del bautismo, y la mañana señalada para la bendición de los niños, durante el oficio que precede la procesión del Santísimo Sacramento.
Se hacen varias procesiones durante la misión.
1.         El día de la llegada de los misioneros.
2.         El día de la expiación.
3.         El día señalado para la consagración de las jóvenes a la Santísima Virgen.
4.         El día de la conmemoración de los muertos, en el cementerio.
5.         El día de la solemnidad del Santísimo Sacramento, con el S. Sacramento.
6.         El día de la plantación de la cruz.
 
Las cartas que recibo de las cinco misiones que se están haciendo al mismo tiempo en diversas diócesis, no pueden ser más reconfortantes. Se hacen prodigios por todas partes…

Carta a Hippolyte Courtès, Enero 20, 1837. EO IX núm. 602

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