EL  SEÑOR   GUSTA   DE   FORMAR   A   SUS   ELEGIDOS   ENTRE    NOSOTROS, MOLDEÁNDOLOS  Y  PERFECCIONÁNDOLOS , Y  CUANDO  ESTÁN  LISTOS  PARA EL CIELO, LOS SEPARA DE NOSOTROS

Eugenio avisa a la comunidad sobre la muerte del Padre Pons, que considera edificante.

El Señor acaba de llevarse a nuestro excelente P. Alejandro María Pons, a los 28 años, con 8 de vocación. Murió ayer a las 8 de la noche, asistido por todos sus hermanos que cuidaron de él con una caridad heroica durante toda su enfermedad, cuya malignidad y contagio no alejó a nadie. Mi presencia y  palabras confortaban a nuestro querido enfermo, por lo que fue mi deber consolarlo yo mismo hasta el fin. Aunque en los últimos cuatro días no podía pronunciar palabra, conservó el conocimiento y seguía con fervor todo cuanto se le sugería para su consuelo. Conforme a nuestra costumbre, su confesor, el P. Tempier, le reiteraba la absolución, que era recibida con alegría. Pienso que había en su interior una luz que le anunciaba su próximo fin, pues desde las vacaciones se dedicó a todas las prácticas de la perfección, viviendo en una regularidad tan exacta, que fue la edificación de toda la comunidad. Sus conversaciones solo se referían a Dios y actuaba en todo por Él.
Es así como el Señor gusta de formar a sus elegidos entre nosotros, como los moldea y perfecciona, y cuando están listos para el cielo, los separa de nosotros, cuando contábamos con ellos para ayudar a llevar la pesada carga que nos ha impuesto. Hágase su voluntad. Lo bendigo por el bien garantizado a mis hijos y le ruego escuchar sus deseos expresados sin duda en el cielo, por mí, por todos nosotros y por la Congregación, que le dio luz, alimento y formación para Su gloria…

Carta a Jean Baptiste Mille, Septiembre 17, 1836, EO VIII núm. 585

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