Escribiendo al Maestro de Novicios, el Padre Casimir Aubert, Eugenio revisa el avance de los novicios y concluye con un consejo para uno en particular, dando una importante lección a todas las comunidades.
Procura que Gignoux siga una regularidad razonada, lo lograrás conversando con él, tratando la verdadera perfección. No descuides tampoco la comunicación fraterna y de confianza con los demás, que siempre produce buen efecto y terminan por formar un espíritu de familia aún en quienes no lo han tenido desde el principio. Adiós, muy querido hijo, te quiero y bendigo.
Carta a Casimir Aubert, Junio 13, 1836, EO VIII núm. 577