YA  SOY  PRELADO  FRANCÉS  EN  FORMA  DEBIDA. YA  NO  TEMO  SER ENVIADO FUERA DE LAS FRONTERAS DE FRANCIA

Cinco días después, el 25 de enero, Eugenio llegó al Salón de las Tuillerías para prestar juramento al rey, que probaría en forma oficial su reconciliación con el régimen de Julio. Escribió al Padre Courtès.

Mi querido Courtés, aunque Tempier esté encargado de dar noticias mías a quien corresponda, no quiero pasar más tiempo aquí sin escribirte directamente.
He terminado el asunto que me trajo a esta capital. Ya soy prelado francés en forma debida. Ya no temo ser enviado fuera de las fronteras de Francia. He ido dos veces al palacio. En la primera audiencia el Rey me hizo sentar junto a él, donde permanecí por tres buenos cuartos de hora. Tuvo buenos comentarios sobre todos los asuntos que tratamos e intentó darme explicaciones que no habría tenido nunca idea ni el valor de pedirle. La Reina y la Sra. Adelalda fueron también muy amables conmigo, aunque en la segunda audiencia el Rey estuvo más afectuoso de lo que se podría imaginar, sostieniendo mis manos en las suyas por diez minutos, y al despedirme, las tomó de nuevo…

Carta a Hippolyte Courtès, Enero 31, 1836, EO VIII núm. 558

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