PARECE  QUE  EL ESPÍRITU  INFERNAL  NO QUIERE  DARME  DESCANSO

Como resultado de la presión del gobierno, Eugenio había renunciado a todas sus responsabilidades en Marsella y dejado la ciudad para ir a la comunidad Oblata de l’Osier.

… Me hubiese gustado ser olvidado por el mundo tanto como me olvido de él. Pero parece que el espíritu infernal no quiere darme descanso. Me persigue con sus calumnias y todo el furor del odio que me ha jurado.

Beaudoin nos explica: “Un grupo de sacerdotes mal dispuestos en conflicto con su Obispo, entre ellos Jonjon, Bicheron y Martin-Lazare, presentaban artículos a la prensa revolucionaria en contra del Obispo Fortuné y en especial en contra del Obispo de Icosia. Todos afirmaban que el Papa había prohibido a este último ejercer cualquier función episcopal en la diócesis.”

Debería sentirme orgulloso. Los malos me tienen mucho temor, por inofensivo que sea. Pero no es orgullo lo que siento, sino una verdadera confusión por no haber hecho mi deber por completo, dando demasiado tiempo a quienes tan poco me agradecen hoy y mi excesiva confianza en sus falsas promesas de arrepentimiento.

Carta a Henri Tempier, Julio 13 y 14, 1835, EO VIII núm. 522

Al leer lo anterior, no podemos evitar recordar las situaciones experimentadas en las que hemos sido mal juzgados por haber hecho lo correcto.

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