ME CAUSA TANTA ANGUSTIA SABERLES DE NUEVO EN PELIGRO

La epidemia de cólera en Marsella terminó repentinamente en abril de 1835, tras haber azotado la ciudad por 111 días. Tres meses después brotó en la ciudad y puerto cercano de Toulon, con varias muertes diarias. Dos de los Oblatos en Aix se preparaban para ir a Toulon y dar ayuda espiritual a los agonizantes, pero el inicio de la enfermedad en Aix en Provence se los impidió.

El Padre Courtès escribió:

“Este día siempre será recordado por los habitantes; a las 4 de esta mañana la nube mortal rodeó a la ciudad y para las 10 am, más de treinta víctimas habían sido atacadas mortalmente por el cólera, casi como si se tratara de un rayo. Tuve que enviar a dos sacerdotes al hospital en ayuda del capellán: todos los enfermos de cólera fueron atendidos espiritualmente, falleciendo la mitad de ellos. El Padre André volvió a casa después de las 10 pm, tras escuchar confesiones todo el día. El Seminario Mayor se ha convertido en hospital.” (Cita en Rey I, pág. 632).

Eugenio no se encontraba ya en Marsella, sino en el Santuario de Notre Dame, donde el Padre Tempier le informó, a lo que le respondió: 

Todas sus cartas, mi querido Tempier, son cada vez más preocupantes. Hoy es el relato desgarrador del desastre ocasionado por el cólera, tal vez la peste en Toulon, y el gran temor que le inspira la cercanía a la ciudad afectada. Sobre eso, necesito en verdad me mantenga enterado a diario de las noticias de su localidad, por un periódico como la “Gazette”. Espero no olvide proporcionarme ese triste consuelo. Me causa tanta angustia saberles de nuevo en peligro…

Carta a Henri Tempier, Julio 19, 1835, EO VIII núm. 523

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