Eugenio enfatiza el lugar central de Jesucristo, al utilizar la imagen de dibujar: colocar un papel carbón sobre una imagen, trazando sus bordes. Somos llamados a ser como ese papel carbón, dibujando a Jesús en nuestras vidas – y en las de los demás.
Siempre con la obligación de trazar a Jesucristo en nuestras personas: meditaremos de forma especial… en las virtudes de nuestro Señor Jesucristo, que deben ser obvias en la vida de nuestros miembros.
Notas de Retiro, Octubre 1831, EO XV núm. 163
Pensemos en quienes son nuestros modelos. Los admiramos por alguna característica particular. Al encontrar ese atractivo, deseamos transformarnos en lo que admiramos. Eugenio nos invita a meditar en el presente, en Jesús en el Evangelio y en su presencia contínua de Resurrección, permitiéndole transformarnos.