ESCRIBIRÍA VOLÚMENES ENTEROS SI QUISIERA CONTAR LAS MARAVILLAS QUE DIOS HA HECHO A TRAVÉS DE SU MINISTERIO

Esperando poder establecer a los Oblatos en el reino de Cerdeña, Eugenio continuó explicando su espíritu misionero:

Estoy dispuesto, mi Reverendo Padre, si Su Majestad lo desea, a poner a su disposición a todos los miembros de nuestra Congregación que juzgue útiles para su servicio y el de su gente en Cerdeña o en cualquier otra parte de sus estados, para ayudar a su conversión con las santas misiones, para instruirlos y confesar habitualmente en los lugares de residencia que Su Majestad nos designe como morada o para trabajar asiduamente bajo la dirección de los Señores Obispos en la educación de los clérigos en sus seminarios.
La experiencia de varios años en diversas regiones es para mí garantía segura de las bendiciones que el Señor otorgará sobre el celo de esos obreros evangélicos. Escribiría volúmenes enteros si quisiera contar las maravillas que Dios ha hecho a través de su ministerio, sobre todo desde que el Soberano Pontífice aprobó solemnemente al Instituto, colocando a esta familia en el rango de las Congregaciones reconocidas en la Iglesia de Dios.

Carta al P. A. Grassi, SJ, Diciembre 11, 1830, EO XIII, núm. 76.

¡Cuántos volúmenes más se pueden escribir sobre los últimos 200 años – y respecto a las maravillas que realizan en este momento los miembros de la Familia Mazenodiana! Hagamos una pausa para reflexionar en algunos y dar gracias por ellos.

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