HAY QUE IMBUIRSE DE NUESTRO ESPÍRITU Y VIVIR ÚNICAMENTE POR ÉL

Hay que imbuirse de nuestro espíritu y vivir únicamente por él …
Así como en una sociedad hay un hábito común y Reglas comunes, es preciso que haya un espíritu común que vivifique ese cuerpo particular.

Carta a Hippolyte Guibert, Julio 29, 1830, EO VII núm. 350

Eugenio insistía constantemente en la fidelidad al espíritu que Dios nos prodigó.

Mi primer compañero, desde el primer día de nuestra unión, ha captado el espíritu que debía animarnos y que debíamos comunicar a los demás; no se ha apartado un solo instante del camino que habíamos decidido seguir; todo el mundo lo sabe en la Sociedad, y cuentan con usted como conmigo.

Carta a Henri Tempier, Agosto 15, 1822, EO VI núm. 86

Cf. http://www.eugenedemazenod.net/esp/?p=1579

Este espíritu es la inspiración particular del Evangelio que Dios dio a Eugenio “un Viernes Santo”, que se convertiría en el núcleo y dinamismo de todos los aspectos de su vida y la nuestra. Es el espíritu expresado en y que nos enseña nuestra Regla de vida.

Las Constituciones y Reglas indican a cada Oblato el modo de caminar siguiendo las huellas de Jesucristo. Se inspiran en el carisma que vivieron el Fundador y sus primeros compañeros; además han recibido la aprobación oficial de la Iglesia. Permiten así que cada uno evalúe la calidad de su respuesta al llamamiento recibido y llegue a ser santo.    CC&RR, Constitución 163

 

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