EL MINISTERIO OBLATO DE RETIRO HACE MUCHO BIEN

El ministerio actual de los Oblatos en casas de retiro y santuarios de peregrinos tuvo su origen en los primeros días de la Congregación. Nuestra primera casa fuera de Aix, Notre Dame du Laus, era un lugar donde los Misioneros acompañaban a los peregrinos en retiros. El segundo establecimiento fuera de Aix fue el Calvaire en Marsella, donde el ministerio de ofrecer retiros fue también una parte integral de su misión – tal como  Eugenio deseaba que fuera toda casa Oblata.

En 1826, Eugenio estaba considerando mudar el noviciado a la comunidad de Marsella, preocupándole que no hubiera suficiente lugar para alojar a quienes estaban en retiro, en un ministerio que “hace tanto bien.” Este fructífero ministerio continúa hoy en día, en muchas partes del mundo Oblato.

Renunciaré también con pena a la esperanza de poder dar en la casa retiros, que hacen tanto bien. Sé que en Francia no se conocen las ventajas de ellos, y que los confesores no se molestan en aconsejarlos; pero aunque no reuniéramos más que a seis personas, tal vez surgiría el gusto por ellos, y sabe Dios con cuánto provecho para las almas.
Pero, cuando tengamos a nuestros novicios en la casa ¿qué nos va a quedar para alojar a los ejercitantes? Si estuviéramos seguros de que esa obra va a prosperar, habría que poder comprar las casas vecinas. Estos pensamientos se presentan a mi espíritu mientras corro por las calles de Roma, encargándome de nuestros asuntos.

Carta a Henri Tempier, Marzo 5, 1826, EO VII núm. 228

 

“En ningún lugar pueden encontrar las personas un lugar más pacífico o atribulado que en sus propias almas.”    Marco Aurelio

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