Eugenio de Mazenod nos habla

Un mes después de que Pierre Fisette dejara a los Oblatos para ir al monasterio cartujano, Eugenio escribió a su antiguo provincial en Canadá:

“Anteayer recibí una carta del Prior que me dice ya no está allí. Hoy recibí una de él, dándome el motivo de su huida. Acostumbrado a ser tratado por nosotros tan amistosamente, no pudo aguantar la grosería del Prior, que viéndole le dijo: “¡cómo!, ¿ya está aquí? le creía fuera”, salió de inmediato y se fue por las buenas”.

Pierre, convencido aun de su vocación a la vida contemplativa fue con los Trapenses, y de nuevo Eugenio le extendió una carta de recomendación.

“Ese pobre hijo me escribe que va a la Trapa de Aiguibelles. Que Dios le acompañe, pues los viajes no están libres de grandes peligros para él. Voy a escribir de inmediato al P. Abad para recomendárselo».

Carta al P. Bruno Guigues en Canadá, Septiembre 27, 1847, EO I núm. 89

El Padre Fisette finalmente había encontrado su vocación y perseveró con los Trapenses hasta que con el tiempo fue enviado a establecer el monasterio Trapense de Staouéli en Algeria, donde falleció en 1878.

REFLEXIÓN

Dios del silencio y Dios de todos los sonidos, ayúdame a escuchar.
Ayúdame a escuchar con atención a los sonidos de mi alma,
esperando escuchar tu suave voz llamándome a adentrarme más en ti.
Dame oídos atentos para comenzar a separar el ruido de los sonidos que provienen de ti;
Tú, quien me ha hablado y ha hablado a través de mi toda mi vida y por tanto tiempo, que puedes parecer un sonido en el fondo.
Ayúdame hoy a escucharte de nuevo.

Autor Desconocido (https://www.xavier.edu/jesuitresource/online-resources/prayer-index/discernment)

Al concluir nuestro camino de Cuaresma y Pascua con la lectura diaria de las Escrituras y de San Eugenio, volvemos a nuestro trayecto cronológico de los escritos de San Eugenio de Mazenod.

Mi objetivo, a través de estas reflexiones diarias, es que la historia, la fuerte personalidad y espiritualidad misionera de San Eugenio sean mejor conocidas.

“La comunicación del padre con sus numerosos hijos… es una de las ocupaciones más placenteras de mi vida”.

Carta a todos los Oblatos, Febrero 2, 1857, EO XII

Mi esperanza es que la comunicación de Eugenio con ustedes sea en verdad una inspiración diaria.

Durante la Semana Santa y la semana después de Pascua, les invito a reflexionar sobre las meditaciones del año pasado, que pueden encontrar
en
http://www.eugenedemazenod.net/esp/?p=4147

hasta
http://www.eugenedemazenod.net/esp/?p=4164

“La gente, muy numerosa, extendía sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de los árboles y las tendían a su paso. Los que iban delante de él y los que lo seguían gritaban: “¡Hosanna! ¡Viva el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!”.

Mt 21:9

“Pero, después de todo, todos los días son buenos para participar en las penas de la cruz que todos debemos llevar cada día, siguiendo al Señor”.

Diario, Marzo 31, 1839, EO XX

REFLEXIÓN

“Señor, ilumina nuestros corazones para poder seguirte en el viacrucis.  Lleva a la muerte al “antiguo yo” en nosotros, atado al egoísmo, al mal y al pecado. Haznos “nuevos” hombres y mujeres en santidad, transformados y avivados por tu amor”.

(Papa Benedicto XVI)

“Pero uno de ellos, llamado Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: “Ustedes no saben nada. No comprenden que conviene que un solo hombre muera por el pueblo y no que toda la nación perezca”.  Juan 11:49-50

“Así pues, muy amados hijos, no fue suficiente para el amor tan incomprensible del divino Salvador el bajar del cielo… anunciar la verdad y enseñar su sublime doctrina durante tres años, en medio de contradicciones y de la persecución de los hombres, el entregarse, finalmente, a la rabia de los malvados para derramar hasta la última gota de su sangre en el calvario, ¡no! Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo y los amó sobre todo al final”.

Diario, Abril 16, 1850 EO XXII

REFLEXIÓN

“Jesús en la cruz siente todo el peso del mal, y lo conquista con la fuerza del amor de Dios, derrotándolo con su resurrección.  Este es el bien que Jesús nos ofrece en el trono de la cruz. La cruz de Cristo, abrazada con amor, nunca lleva a la tristeza, sino a la alegría, a la alegría de haber sido salvados y de hacer algo de lo que él hizo el día de su muerte”.

Papa Francisco

¿Cómo es que, a mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo, me llaman blasfemo porque he dicho: ‘Soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí y yo en el Padre”.
(Juan 10: 36-39)

 “Siento siempre al Padre que está en el cielo, con Jesucristo su Hijo, nuestro Salvador a su derecha,  abogado nuestro y mediador, que no deja de interceder por nosotros, con esa poderosa oración que tiene derecho a ser escuchada y que lo es siempre, en efecto, cuando no ponemos obstáculo alguno”.

Carta a Henri Tempier, Octubre 10, 1832, EO VIII núm. 436

REFLEXIÓN

Señor Amado
Ayúdame a no apartar mis ojos de ti, que eres la encarnación del Amor Divino, la expresión de la compasión infinita de Dios, la manifestación visible de la santidad del Padre.
Tú eres la belleza, la bondad, la gentileza, el perdón y la misericordia. En ti todo se encuentra y fuera de ti no hay nada. ¿Por qué habría de buscar o ir a otro lugar?
En ti están las palabras de vida eterna, eres alimento y bebida, eres el Camino, la Verdad y la Vida.
Eres la luz que brilla en la oscuridad, la lámpara en el candelabro, el faro en la cima de la colina.  Eres el Ícono perfecto de Dios. A través de y en ti puedo encontrar al Padre Celestial y contigo puedo encontrar mi camino hacia Él.
¡Oh Santísimo, Glorioso, ¡se mi Señor, mi Salvador, mi Redentor, mi Guía, mi Consuelo, mi Esperanza, mi Alegría y mi Paz! A ti quiero entregar todo lo que soy. Permíteme ser generoso, no mezquino ni vacilante.
Permíteme entregarte todo, todo lo que tengo, pienso, hago y siento es tuyo, ¡Oh, Señor! Te ruego lo aceptes y lo hagas tuyo por completo.
Amén

(Henri Nouwen)

“Contigo y con tus descendientes, de generación en generación, establezco una alianza perpetua para ser el Dios tuyo y de tus descendientes”. (Gn 17: 7)

“Sigamos rezando, mi querido amigo, y no dejemos de poner nuestra confianza en Dios. Solo a él  corresponde arreglar y disponer todas las cosas según su infinita sabiduría, para la mayor gloria de su nombre”.

Al Padre Tempier, desde Roma, Enero 20, 1826.

REFLEXIÓN

“El amor del Señor cantaré eternamente,
proclamaré tu fidelidad por generaciones.
Así dije: “Para siempre se alza el amor,
en el mismo cielo tu fidelidad sustentas”.

Salmo 89, 2-3

«Si el Hijo les da la libertad, serán realmente libres». (Jn 8:36)

“Cumpliré con estos deberes en tiempo fijo, pero con esa libertad del Espíritu de Dios, que me permitirá según el consejo de San Francisco de Sales, prestarme a lo que las circunstancias requieran”.

Diario de Eugenio de Mazenod (Rey, Vol. I, pág. 26)

REFLEXIÓN

Señor celestial, al iniciar este día, te pido me acompañes.  Encomiendo mi día a tu guía y agradezco la libertad encontrada ante tu presencia. Señor, que tu paz esté conmigo al llegar y pasar este día. Te pido me muestres dónde puedo compartir tu paz con los demás y que me alejes de la tentación y mantengas mi mente libre de la corrupción de este mundo. ¡Deseo andar en la libertad que ofreces! En el nombre de Jesús, Amén.

Autor desconocido (bloggersforthekingdom.com/freedom-prayers/)

«Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que YO SOY..”. .  (Jn 8:28)

“A través de la mirada del Salvador crucificado vemos el mundo rescatado por su sangre, con el deseo de que los hombres en quienes continúa su pasión conozcan también la fuerza de su resurrección”.(cf. Fil 3, 10).

CC&RR, Constitución 4

REFLEXIÓN

Pues colocaste la salvación de la raza humana en la madera de la Cruz, para que cuando apareciera la muerte, la vida surgiera de nuevo

y el malvado, que conquistó en un árbol, pudiera de igual forma ser conquistado en un madero, a través de Cristo nuestro Señor.

(Prefacio para la Festividad de la Exaltación de la Cruz)

Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar”. (Jn 8:11)

“No he olvidado incluir a todos aquellos que me persiguen con tanta saña, pues les perdono de todo corazón…

me parece que Dios me da la gracia de llegar hasta agradecerle la humillación sobre mí; la cruz que mi Salvador llevó hasta el calvario me ayuda mucho a sobrellevarla…”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Abril 13, 1838, EO XIX

REFLEXIÓN

Padre, te ruego me perdones cuando permito que el enojo y la amargura llenen mi corazón al rehusarme a perdonar a quien me ha lastimado. Enséñame a perdonar, como Tú me has perdonado.

Mary Southerland