La entrevista de Eugenio con el Ministro fue educada, pero estaba claro que el Ministro estaba buscando todas las razones posibles para retrasar la petición a un parlamento contrario a votar sobre este asunto.
No hay nada que hacer de momento de parte del Gobierno. El Ministro se aferra a la convicción de que no podemos ser aprobados sino por una ley. ¡Os dejo intentar que penséis si habrá que intentarlo! Le he pedido una audiencia que me ha concedido; me ha recibido muy bien, pero ha persistido en su sistema: «Vaya tranquilo hasta la época de las Cámaras», me ha dicho. A la observación que le he hecho que sería ridículo ocupar a las dos Cámaras, con un tan pequeño establecimiento como el nuestro me ha contestado, que habría más de uno, menos importante, que estaría en el mismo caso..…
Carta a Henri Tempier, 25 de julio de 1817, E.O. VI n. 18.
Leflón observa:
Estas palabras eran, en realidad, un modo educado de desestimar el caso. El Fundador estaba ante una forma de respuesta jurídica dada a todas las peticiones similares y frente a un sistema contemporizador que tenía que ver con lo que él quería.
Leflon II p. 72