Una vez los misioneros habían dejado el pueblo, intentaban volver después de un tiempo para avivar el fuego del entusiasmo otra vez:
Los misioneros volverán al lugar donde hubieran realizado alguna misión cuatro o cinco meses después para dar ejercicios espirituales, aunque este retorno deberá ser más breve que la misión, debiendo haber menos misioneros. De esta forma se afianzarán los frutos de la misión.
Regla de 1818 Parte 1, Capítulo 2,§1,Artículo 12
Aparentemente, estas visitas no eran realizadas de forma organizada, pero tuvieron lugar siempre que fue posible.
Sevrin describe este retorno de misiones como dirigiéndose a establecer que
Las impresiones forjadas y las resoluciones tomadas hubieran disminuido en forma alguna, ya fuera la perseverancia de los convertidos, ya fuera el cumplimiento de las tareas de la Pascua, ya fuera la adecuada observancia dominical, ya fuera que los salones de baile y cabarets hubieran recuperado su clientela, ya fuera la continuidad de la paz y la unidad, y finalmente, de suma importancia, que las organizaciones caritativas y piadosas continuaran fervientes y estables.
SEVRIN, Les missions, I, p. 341.