ALFONSO DE LIGUORI: UN MODELO PARA EL DISCERNIMIENTO DEL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD MISIONERA

El año 1816 está marcado, para la comunidad recién fundada, por una mayor comprensión de su vocación y de cómo vivirla en respuesta a las necesidades de Provenza. Una de las figuras que guiaron a Eugenio en este proceso fue Alfonso de Liguori, quien era noticia debido al anuncio de su beatificación en 1816.

Nacido en Nápoles un siglo antes que Eugenio, hay algunas similitudes reseñables: Alfonso proviene de una descendencia de juristas; a la edad de 27 años cambió la dirección de su vida e ingresó en el seminario; como joven sacerdote, se dedicó a la juventud pobre de Nápoles, siendo un predicador talentoso que condujo a muchos a la conversión; a los 34 años de edad fundó la Congregación del Santísimo Redentor, para predicar misiones en la lengua local a los pobres de los pueblos en torno a Nápoles; su teología moral está basada en la misericordia del Redentor y luchó contra la herejía Jansenista que denegaba los sacramentos a la gente; más tarde, él llegó a ser obispo de Santa Ágata. No sorprende que Eugenio fuese arrastrado naturalmente a la vida y ejemplo de este hombre, quien había muerto en 1787, pero cuya influencia continuaba.

En mayo, Eugenio escribió a su padre, quien estaba viviendo en Palermo:

Quiero rogarle vea a los Misioneros del Redentor para rogarles me envíen sus Constituciones y Reglas, el oficio de su santo Fundador, su vida y sus reliquias, si es posible, por lo menos un cuadro bastante grande para colocarlo en nuestra sala de comunidad, esperando que podamos colocarlo en nuestra iglesia. He estudiado mucho sus obras, y lo hemos elegido como uno de nuestros patronos; deseamos seguir sus huellas e imitar sus virtudes. Pida y mándeme muchos detalles sobre esos buenos Padres que son sus discípulos y ruégueles pidan a Dios por nosotros que tanto necesitamos para mantenernos firmes en medio de las dificultades y obstáculos que encontramos… Tengo una parte de sus escritos, entre otros su teología moral que me gusta mucho y que estudié especialmente cuando tenía tiempo para estudiar…

Carta a C.A. de Mazenod, el 1 de mayo 1816, E.O. XIII n.3

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