JUEVES SANTO: NO LO QUE YO QUIERO, SINO LO QUE TÚ QUIERES

“Porque les he dado ejemplo, para que como Yo les he hecho, también ustedes lo hagan.” (Juan 13:15)

Para San Eugenio, el Jueves Santo marcó dos acontecimientos importantes: su Primera Comunión y su voto privado de decir «sí» a Dios aquella noche en que los cristianos velaron con Jesús en el Huerto de Getsemaní y Jesús dio su «sí».
Así es como Eugenio y su compañero oblato más cercano, Henri Tempier, pasaron aquella noche de 1816:

En resumidas cuentas, el P. Tempier y yo juzgamos que no había que aplazarlo más, y el jueves santo (11 de abril de 1816) recogidos los dos bajo el andamio del hermoso monumento que habíamos hecho en el altar mayor de la Iglesia de la misión, con un gozo indecible, hicimos los votos en la noche de ese santo día.
Hicimos nuestros votos con indecible alegría. Saboreamos nuestra dicha durante toda esta hermosa noche en la presencia de nuestro Señor, al pie del trono magnífico donde lo habíamos puesto para la misa de los presantificados del día siguiente…

Recuerdos de Eugenio de Mazenod, Rambert I, p. 187

Regla de Vida OMI, Constitución 33:

«La Eucaristía, fuente y cumbre de la vida de la Iglesia, es el centro de nuestra vida y de nuestra acción… Participando en ella con todo nuestro ser, nos ofrecemos nosotros mismos con Cristo Salvador; nos renovamos en el misterio de nuestra cooperación con Él»

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