Una vez por semana, el domingo, el sermón y los anuncios eran utilizados para dar un resumen de todas las instrucciones de la semana anterior. De esta forma, los fieles se concentraban en las orientaciones que los misioneros les proponían como línea de conducta en sus vidas.
Tras el evangelio, sermón que deber ser siempre una recapitulación de las instrucciones de la semana. Hay que hacerlo interesante por el orden y la rapidez. No posible incluir en él las instrucciones de la mañana y de la tarde; hay que escoger lo que es más importante y lo que puede ser más útil..
Diario de la misión de Marignane, el 24 de noviembre 1816, E.O. XVI
Hoy en día, considero este texto como una invitación para nuestras parroquias y ministerios Oblatos: a saber, nosotros tenemos un proyecto pastoral completo para nuestras predicaciones y esto por algún tiempo. ¿Es que aquéllos que nos escuchan comprenderán el camino que hacemos con ellos, o, nuestro enfoque cambiaría cada domingo según nuestros propios humores e inspiraciones cambiadizas?