EL JOVEN FABRE

El joven Fabre, el mejor del seminario fue recibido como novicio.

Diario de Eugenio de Mazenod, Febrero 17, 1844, EO XXI

Con este sencillo comentario, el diario de Eugenio nos presenta a José Fabre, de 20 años de edad, quien había sido seminarista diocesano en Marsella por 2 años y ahora comenzaba su formación para convertirse en Misionero Oblato.  En los siguientes 17 años estuvo en contacto contínuo con el Obispo Eugenio y el Padre Tempier, quienes le estimaban, y a través de ese contacto cercano pudo impregnarse de su espíritu Oblato. Al fallecer Eugenio, José Fabre, de 37 años ya, le sucedió como  Superior General.

Al ser elegido como sucesor de Eugenio, concluyó el Capítulo de 1861 diciendo:

“Siento la ayuda de nuestro muy amado Fundador, ¡no nos ha dejado!

Estuve en su lecho de muerte y le dije: “Siempre estará entre nosotros”. “Sí”, contestó él, y ha mantenido su promesa.

Él permanece entre nosotros por medio de la Santa Regla que nos dejó, que es la expresión de su amor por Dios y la salvación de las almas; es el testamento glorioso de su enorme corazón y al observarla encontraremos toda nuestra fuerza”.

La primera circular del Padre Fabre a los Oblatos como Superior General contiene una invitación a todos nosotros, los miembros de la Familia, inspirada por el espíritu de San Eugenio:

“Estemos unidos en espíritu y corazón, y seremos fuertes para hacer lo que sea bueno; estemos unidos en el recuerdo de un Padre por siempre querido”.

Para mayores detalles, ver: https://www.omiworld.org/es/lemma/fabre-joseph-es/

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