CÓMO EL SEÑOR MOVIÓ EL ESPÍRITU Y EL CORAZÓN DEL SUMO PONTÍFICE PARA CONCEDERME LO QUE HASTA ENTONCES HABÍA NEGADO A OTROS

Dieciocho años antes, en 1825, Eugenio había ido a Roma para tratar de obtener el reconocimiento oficial y la aprobación de la Congregación Oblata, cuando el Vaticano no aprobaba ninguna congregación religiosa nueva. Eugenio recordaba ahora cómo había estado arrodillado ante el Papa describiendo con entusiasmo las maravillas que Dios realizaba a través de los Misioneros en Provenza. En algún momento durante el relato, el Papa cerró los ojos en oración, cuando “el Señor movió el espíritu y el corazón» del Papa. Eugenio relata lo sucedido.

Sería demasiado largo contarle, Eminencia, cómo el Señor movió el espíritu y el corazón del Sumo Pontífice para concederme lo que hasta entonces había negado a otros. Basta decir que el Santo Padre no se limitó a expresar su voluntad al arcipreste Adinolfi, que reemplazaba entonces al Secretario de la Sagrada Congregación de los Obispos y Regulares, diciéndole: “quiero aprobarla”, sino que se dignó elegir personalmente a los Eminentísimos Cardenales que debían examinar las Constituciones. Ellos, por unanimidad dieron un juicio favorable el 15 de febrero de 1826, solicitando al Santo Padre aprobarlas con Cartas Apostólicas. El 17 de febrero de 1826 el Papa aprobó el Instituto y las Constituciones y Reglas, y ordenó en forma breve la expedición de las Cartas Apostólicas. Como mencioné  antes, esas cartas fueron enviadas el 21 de marzo de 1826”.

Carta al Cardenal Fransoni, Prefecto de la Congregación para la Propagación de la Fe, Noviembre 6, 1843, EO V núm. 3

El discernimiento del Papa fue que la Congregación Oblata procedía de Dios y era presentada a través de la obra del Espíritu Santo y no de la invención de Eugenio. Hoy en día reconocemos: el carisma Mazenodiano como un don de la Iglesia y su misión de evangelización, siendo la herencia de todos los miembros de la Familia Mazenodiana.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *