EL INICIO DE LA PROVINCIA ANGLO IRLANDESA

En las entradas recientes hemos puesto nuestra atención a la misión canadiense, aunque junto a ella, se estaba generando simultáneamente el impulso misionero en Inglaterra e Irlanda. (http://www.eugenedemazenod.net/esp/?p=3810).

El Padre Yvon Beaudoin nos da los detalles:

En todos los recursos históricos relativos a la provincia Anglo-Irlandesa, el Padre Casimir Aubert aparece como fundador de este campo apostólico de los Oblatos.

En el noviciado de 1837-1838 había recibido a un joven irlandés, William Daly, quien tomó el curso de teología junto con los escolásticos en el seminario de Marsella y fue ordenado al sacerdocio el 2 de mayo de 1841.

En el mes de mayo, algunos meses antes de la decisión de aceptar las misiones en Canadá, se presentó la oportunidad de enviar al Padre Daly a Inglaterra para explorar de primera mano la posibilidad de una fundación. “El propósito del viaje,” comentó el Obispo de Mazenod en su diario el 15 y 16 de julio de 1841, “es evaluar en el lugar cómo podría realizarse una fundación de los misioneros de nuestra Congregación …»

Eugenio soñaba con tener vocaciones de habla inglesa para ir como misioneros a Canadá y otros países donde se hablara ese idioma.

De haber determinado ya un vasto programa apostólico para el futuro establecimiento, el Fundador esperaba obtener vocaciones en Irlanda, y el Padre Daly debe haber recibido órdenes precisas en ese sentido. Predicó en varias iglesias en Londres, en el seminario Osctott cercano a Birmingham, dirigiéndose después a Irlanda, donde se reunió con varios obispos en el seminario de Maynooth. Recibió autorización para reclutar y a fines de 1841 envió a Marsella a siete postulantes, encomendados de momento al Padre Aubert; comentó que esperaba que la fundación no tuviera ningún problema.

El Obispo de Mazenod comprendió que debía aprovechar ese momento de gracia y enviar, tan pronto como fuera posible, a alguien de su confianza que hablara bien el inglés. La elección fue fácil, puesto que el Padre Aubert cumplía los requisitos y salió de Marsella a mediados de julio de 1842.

El Padre Aubert esperaba abrir pronto una casa de formación, pero no tardó en tener una desilusión: los Obispos no lo permitirían. Aun así, encontró un puesto como maestro en el Colegio St. Mary en Youghal, una institución destinada a proveer personal para las misiones.

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