195 AÑOS DESPUÉS: EL ESPÍRITU, EN ESTA PANDEMIA, NOS HABLA A TRAVÉS DE LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS Y ENRIQUECE NUESTRAS VIDAS MISIONERAS

Carta del Superior general a la Congregación en el Aniversario de la Aprobación Papal de las Constituciones y Reglas – 17 de Febrero de 2021

La pandemia nos está ayudando a ver más claramente qué es lo esencial en la vida. El Espíritu, en esta pandemia, nos habla a través de los signos de los tiempos y enriquece nuestras vidas misioneras.

·      Nuestra fe se hace más profunda cuando afirmamos que Dios está justo a nuestro lado en medio de este lío. Sabemos que con Dios, todas las cosas sirven para el bien de los que Le aman. Nada queda al margen de la capacidad creativa de Dios de sacar el bien de esto. Lo creemos y renovamos nuestra oblación de vivir para el Reino de Dios.
·      La pandemia ha aumentado nuestra conciencia sobre nuestra común vulnerabilidad. Ningún sector de la humanidad, ningún estado, ninguna corporación global puede controlar el mundo. Los ejércitos no regulan las fronteras y el virus viaja libremente por todo el mundo. S. Eugenio conocía la sabiduría y el poder de la cruz. Con audacia y humildad, abrazamos nuestra vulnerabilidad y ganamos sabiduría y fortaleza.
·      La pandemia, con su aislamiento y las distancias, ha permitido que estemos más juntos. Tanto en las tradiciones religiosas como en la vida secular, hemos descubierto un nuevo sentido de solidaridad y cuidado de unos por otros. La pandemia nos ha recordado que nuestra vida misionera debe sustentarse en la comunidad apostólica acompañada de la oración y de la vida de votos. Ya en 1816, cuando el P. De Mazenod llamó y reunió al P. Tempier y a sus otros compañeros, estaba convencido de esto.
·      Debemos preguntarnos si también nosotros estamos atrapados en la conversación sobre ‘volver a la normalidad’, o la ‘nueva normalidad’, etc. Es algo que ignora la realidad: y es que la mayoría de la gente en este mundo nunca ha experimentado el concepto de ‘normalidad’ del que se habla. La gente a la que servimos por todo el mundo vive sin agua, sin el mínimo de comida necesario, sin cuidados médicos, etc. La pandemia debe abrir los ojos a este mundo a la gran injusticia, que la mayoría de la población mundial nunca ha disfrutado de la así llamada ‘normalidad’.
·      La pandemia nos ha ayudado a ser más conscientes del consumismo y del materialismo que genera pobreza y que destruye el medio ambiente. Estos ídolos de la sociedad deben ser cambiados por una preocupación por el bien común, expresado en el cuidado del pobre y de nuestra casa común.

P. Louis Lougen, OMI
Superior general

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