Eugenio habría querido dedicar el resto de su vida solamente a los Oblatos, pero Dios tenía otro plan para él.
¡Cuántas veces soñé con la dicha que por fin tendría en la soledad de una de nuestras casas, en caso de que el Señor llamara a mi tío antes que a mí! … me perdía en una especie de ilusión, bien perdonable sin duda. Debo someterme al yugo que hice todo lo posible por evitar. La voluntad de Dios se ha manifestado de modo tal que no hay equivocación posible. Y me encuentro en una posición en la que no puedo negarme. Nadie aceptaría las razones puramente personales que intentara hacer valer.
Luego da las razones de porqué es importante aceptar la voluntad de Dios, vista en su nominación como Obispo de Marsella:
La conservación asegurada de la sede de Marsella después de tantos y tan violentos ataques para borrarla de las diócesis. La vida de mi venerable tío comprometida por un trabajo solemne inspirado en su hermosa alma, con miras a una perfección heroica y con la confianza en mi obediencia, que tiene todo el derecho de exigir. Los intereses de toda la diócesis, de los que gran número solo son esbozos, y cuya responsabilidad pesa sobre nosotros. El bien de nuestra congregación, a la que tanto interesa tener como protector y apoyo a un obispo de la Iglesia de Francia. Por último, el deseo unánime de todos los que tienen derecho a mi confianza. Hacían falta nada menos que todos esos poderosos motivos para decidir mi aceptación, que he dado por necesidad, con resignación, sin disimular la enormidad de la carga, pero también con la muy sincera voluntad de cumplir, tan bien como me sea posible.
Diario de Eugenio de Mazenod, Abril 9, 1837, EO XVIII
El aprendizaje que nos da este ejemplo de discernimiento: en el proceso al tomar una decisión, es muy útil poder anotar todas las razones a favor y en contra.